Para usar el servicio necesitas:
Tener una cuenta verificada en buen estado.
Completar los procesos de KYC y AML.
Residir en una región admitida (no sancionada).
Usar el servicio solo con fines legales.
Los límites diarios, mensuales y anuales se basan en los mismos de tus transferencias ACH del mismo día.
GrabrFi o Bridge pueden solicitar verificaciones adicionales si lo requiere la normativa o el perfil de riesgo.